Mis 3 grandes amores... académicos!


Todo intelectual tiene una historia de origen, un momento en que la curiosidad se convierte en pasión. En mi caso, no fue una, sino tres las veces que sentí esa llamada. Hoy quiero compartirles el viaje que me llevó a mis tres grandes amores académicos.
Mi primer encuentro fue con la Economía Conductual. Sucedió en mi segundo año de universidad, con un libro de Tim Harford, “El Economista Camuflado”, en mis manos. Aunque su tema principal no era ese, sus páginas me mostraron una forma de ver la microeconomía tan humana y reveladora que fue imposible no enamorarse.
El segundo amor, la Ciencia de Datos, llegó de forma inesperada. Mientras buscaba en Google el mejor software para estudiar econometría, me topé con R. Lo que empezó como una simple herramienta de estudio se transformó en una inmersión total en el mundo del código abierto, la estadística y el poder de los datos para contar historias y revelar patrones ocultos.
El tercero, y quizás el más antiguo de mis amores, son las Finanzas. Su semilla se plantó en mi infancia, con una pregunta simple: ¿qué es un banco y por qué es tan poderoso como para “dar dinero”? Esa curiosidad infantil creció y tomó forma años después, con la crisis global de 2008, que me impulsó a entender las fuerzas que mueven el sistema financiero mundial antes incluso de pisar la universidad.
Estas tres pasiones son el pilar de mi trabajo. Creo firmemente que el amor académico es lo que nos transforma de estudiantes a contribuyentes. Nos da el propósito no solo de explicar el mundo, sino de buscar activamente cómo mejorarlo desde nuestra trinchera.
Gracias por acompañarme en este viaje, mi querido lector. Aquí encontrarás un espacio dedicado a explorar estas tres áreas y su fascinante intersección.